ASTENIA SENTIMENTAL Y TAL
 |
| Colaje de Max Ernst |
Como explicarles no sabría estas cosas son muy íntimas de cada uno no sé que me pasa sólo que llega un momento que ni las variaciones al piano ni una cerveza fría no digamos ya un poema de Valente o esos debates tan entretenidos en que se habla sabiendo de las cosas nada lo que se dice nada todo me pasa por delante como un barquito de papel me dicen te amo y me quedo igual y es cuando aparece el jardinero con una regadera de latón para mojarme de los pétalos a la cabeza si no viene nadie a ponerme al sol así me quedo.
Mojadito te quedas pues bien fresquito así que a disfrutar y tal.
ResponderEliminarNada me saca tanto de mis casillas como perder un comentario en el agujero negro de la red. Vuelvo a empezar.
ResponderEliminarDecía que ese estado (contra)anímico me trae a la cabeza la historia "El último hippie" narrada por Oliver Sacks en "Un antropólogo en Marte".
Quizá deba usted buscar a alguien que le ponga al sol, pues está demostrado que quedarse largo tiempo mojado de los pétalos a la cabeza agrava y perpetúa la astenia de jardín.
El amor de regadera, sin embargo, reaviva el lóbulo frontal (siempre que encuentre usted quien le ponga luego al sol, insisto).
Quizá con un poco de impaciencia...
En fin. Salud.
Le agradezco la referencia. Sospecho que el tiesto que tengo por cabeza sueña con ser regadera. La humedad en el cerebro, muy cierto, no es conveniente, pero largo tiempo al sol tampoco. Se ve que es cuestión de moderar las costumbres y, como decían los latinos; NEQUID NIMIS, nada en demasía.
ResponderEliminarSalud