domingo, 7 de abril de 2013

290.000 becquerelios por centímetro cúbico

Se trata de los japoneses. Se les aproxima por la capa freática una mancha psicópata de 290 mil becquerelios por centímetro cúbico formada por residuos radiactivos, entre ellos el amenazante estroncio de mierda, que pone cara de samurai con dos semanas sin comer. El pueblo japonés ignora este gran peligro. Están de vacaciones en Córdoba Andalucía España. Cuando vuelvan abrirán el grifo de la cocina, y Asahi Shimbun, el genio de la lámpara del grifo de la cocina les concederá tres deseos. Alguien tiene que avisarlos. Paco, ve tú, que a mi me da la pena constrictor y además no me he traído la calculadora. Quién tuviera esa cifra radiante de lírica por centímetro cúbico. Los poetas de hoy no ganamos para estos sustos, Gustavo Adolfo, haz la cuenta.
Becquerelios y estroncios se aproximan a Tokio.

2 comentarios:

  1. Gustavo Adolfo caminando en la cresta del sunami. Sus pajarracos volviendo, otra vez, con sus alas a radiar el ángulo obscuro del Japón y no dejar samurai con cabeza.
    Salud

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  2. Ellos tienen ya experiencia en las conflagraciones tecnológicas, seguro que avían una manera de neutralizar al monstruo.
    Salud

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