sábado, 31 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XXVIII




                                        Síncopa corazón de lagartija.

                                        Once veces mudo endecasílabo.

                                        Palomas obstinato, monocordes relojes
                                        separan la harina fresca de la cal.

                                                                                   Mendigo Diego


Fotografía: Pierre Verger



viernes, 30 de mayo de 2014

UN DÍA ANTES el señor Guterres, Amapolo.



   Pasea por ese parque donde jamás toca ninguna banda , un jardín sin clarines en el kiosco de la música. Nunca jamás desde la abolición de aquel concepto republicano, tan profunda y voluntariamente ingenuo, que era el romanticismo en la calle, se había dejado sentir el eco del viento metal. Y él, cree oír entre toda la fanfarria de viles y livianas voces cotidianas, tras el color gris perla de las persianas, con el negro forja de los bancos decimononos; acierta a imaginar su país de un modo que no está en las encuestas. Hay silencio en el jardín, y una banda musical imaginaria, ensaya la polka de los pasos perdidos, que resuena, secreta, en la mente de Amapolo: nuestro héroe sensual, que desprecia, aristocrático, las victorias a todo color. 

Colaje de Manolo Marcos


jueves, 29 de mayo de 2014

BIOGRAFÍAS RIDÍCULAS: Frenando Sánchez Dragó, promotor de la lectura en China.




Nacido del huevo mismo de la vanidad sin tapujos, este escritor cuyo nombre ha sido justamente olvidado, en su país, por generaciones enteras de personas sin futuro, ha sido sorpresivamente contratado por el gobierno de Pekín, para fomentar la lectura de los niños chinos, aunque ya han surgido algunas voces disonantes que sospechan todo lo contrario, es decir: su labor consiste en someterlos a una serie determinada de lecturas de los "grandes monstruos sagrados de la literatura orbi et orbe", hasta que consigan aborrecer el hecho mismo de leer. A tenor del último Informe Sichuán (equivalente al Informe Pisa europeo), este señor está consiguiendo su maquiavélico objetivo; frenar el imparable auge de la cultura occidental en el antiguo imperio de Catay.




martes, 27 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XXVII




                                            Cada pájaro en pico sobrevive 
                                            por su cuota de canto y tus meninges.

                                            Su hilo de sol necesita elementos:
                                            agua, viento, esperanza.

                                            Su pluma ser cálamo 
                                            en la pulpa del mediodía.

                                                                             Mendigo Diego






lunes, 26 de mayo de 2014

FRAGMENTO PRIMERO de ESPACIO /Juan Ramón Jiménez


          (Sucesión)
"LOS dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo". Yo tengo, como ellos, la sustancia de todo lo vivido y de todo lo porvivir. No soy presente sólo, sino fuga raudal de cabo a fin. Y lo que veo, a un lado y otro, en esta fuga (rosas, restos de alas, sombra y luz) es sólo mío, recuerdo y ansia míos, presentimiento, olvido. ¿Quién sabe más que yo, quién, qué hombre o qué dios, puede, ha podido, podrá decirme a mí qué es mi vida y mi muerte, qué no es? Si hay quien lo sabe, yo lo sé más que ése, y quien lo ignora, más que ése lo ignoro. Lucha entre este ignorar y este saber es mi vida, su vida, y es la vida. Pasan vientos como pájaros, pájaros igual que flores, flores soles y lunas, lunas soles como yo, como almas, como cuerpos, cuerpos como la muerte y la resurrección; como dioses. Y soy un dios sin espada, sin nada de lo que hacen los hombres con su ciencia; sólo con lo que es producto de lo vivo, lo que se cambia todo; sí, de fuego o de luz, luz. ¿Por qué comemos y bebemos otra cosa que luz o fuego? Como yo he nacido en el sol, y del sol venido aquí a la sombra, ¿soy de sol, como el sol alumbro?, y mi nostaljia, como la de la luna, es haber sido solo de un sol un día y reflejarlo sólo ahora. Pasa el iris cantando como canto yo. Adiós iris, iris, volveremos a vernos, que el amor es uno y sólo y vuelve cada día. ¿Qué es este amor de todo, cómo se me ha hecho en el sol, con el sol, en mí conmigo? Estaba el mar tranquilo, en paz el cielo; luz divina y terrena los fundía en clara, plata, oro inmensidad, en doble y sola realidad; una isla flotaba entre los dos, entre los dos y ninguno, y una gota de alto iris perla gris temblaba en ella. allí estará temblándome el envío de lo que no me llega nunca de otra parte. A esa isla, ese iris, ese canto yo iré, esperanza májica, esta noche. ¡Qué inquietud en las plantas al sol puro, mientras, de vuelta a mí, sonrío volviendo ya al jardín abandonado!
          (continuará)



Pintura de Ramón Gaya



domingo, 25 de mayo de 2014

DUDAS DE YASUHIRO OÉ




                                              Sol, oh luz votiva,
                                              antes que hiriente, pura:

                                            ¿Eres tu el himno del pobre?

                                            ¿Son dos flores de insomnio los ojos?

                                            ¿No será esa sonrisa
                                              desprevenida huella del tiempo?

                                            ¿De qué color, azul ingenuo,
                                              se turban las miradas
                                              si las dejan huir de sus fantasmas?






sábado, 24 de mayo de 2014

Prólogo a ESPACIO, de Juan Ramón Jiménez.



(Una estrofa)



SIEMPRE he creído que un poema no es ni largo ni corto, que la obra entera de un poeta, como su vida, es un poema. Todo es cuestión de abrir o cerrar.

El poema largo con asunto, lo épico, vasta mezcla de intriga jeneral de sustancia y técnica, no me ha atraído nunca; no tolero los poemas largos, sobre todo los modernos, como tales (los antiguos tenían otra necesidad), aún cuando, por sus fragmentos mejores, sean considerados universalmente los más hermosos de la literatura.

Creo que un poeta no debe carpintear para "componer" más estenso un poema, sino salvar, librar las mejores estrofas y quemar el resto, o dejar como literatura adjunta. Pero toda mi vida he acariciado la idea de un poema seguido (¿cuántos milimetros, metros, kilómetros?) sin asunto concreto, sostenido sólo por la sorpresa, el ritmo, el hallazgo, la luz, la ilusión sucesivas, es decir, por sus elementos intrínsecos, por su esencia. Un poema escrito que sea a lo demás versificado, como es, por ejemplo, la música de Mozart o Prokofieff, a la demás música; sucesión de hermosura más o menos inesplicable y deleitosa, donde las ideas latentes se espresen como sentimientos rítmicos para ser sentidas también como belleza sensorial. Que fuera la sucesiva espresión escrita que despertara en nosotros la contemplación de la permanente mirada inefable de la creación: la vida, el sueño o el amor.  
 
Colaje de Manolo Marcos

Si yo dijera que "había intentado" tal poema en esta "estrofa", que sigue, estaría mintiendo. Yo no he "intentado" ni quiero intentar como "empresa" cosa parecida. Lo que esta escritura sea ha venido libre a mi conciencia poética y a mi espresión relativa, a su debido tiempo, como una respuesta formada de la esencia misma de mi pregunta o, más bien, del ansia mía de buena parte de mi vida, había de ser por esta creación singular.

Sin duda era en mis tiempos finales cuando debía llegar a mí esta respuesta, este eco del ámbito del hombre.

ESPACIO Y TIEMPO, Linteo Poesía.



jueves, 22 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XXVI





                                          Me duelen los huesos de la cara
                                como cipreses rotos, de pena vertical.

                                Cuando la noche escande sus versos de silencio,
                                yo doy latidos claros. De labio en carne viva.

                                Perro ciego en tus brazos.

                                                                                           Mendigo Diego






miércoles, 21 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XXV




                                          A mi charco reluciente de nubes
                                          vienes con aire casto.

                                          Sonríes de tallos subterráneos,
                                          te beso con distintas sinalefas.

                                        ¿Qué tan dúctiles vértebras 
                                          en tu lumbar pureza me desatan?

                                                                            Mendigo Diego






martes, 20 de mayo de 2014

REFLEXIÓN SOBRE EL LOMO SAPIENS, cierta tendencia a procurarse una mentalidad de ratón en la retreta.



   Siempre en la vida ser un debutante que olvida la lección aprendida por una más donosa esquina donde le espera un hombre ratón con un ragtime al más puro estilo parada circense en la trompeta.
    Es el momento en que la nube elefante se dirige hacia los impecables rascacielos a mirarse coquetamente en sus cristales. En un hiperrealismo de receta, todas las luces miran a occidente, al biejo savio, al lomo sapiens, atlas que carga a sus espaldas un manual de historia que no lee. Es evidente que ahora los filósofos prefieren ir en camiseta.
   Ya todas las palomas que manchó de orina el poeta marica del orbe, están limpias: el comisionado de buena imagen seguramente ascienda en otoño a la categoría de botijo, cuando caiga la venta de bikinis. En algunas culturas aún se saluda con los codos. Erróneamente se alimenta la idea falsa de que un ligero swing, con toque sutil de samba en la batería, y un piano en la playa, arreglaría un poco la debacle, palabra esta tan romántica, que es mejor guardarla en la alacena.

Pintura de José María Hevilla.

                                             Napoli - Varitions on a Neapolitan Song by Winton Marsalis/Eastman Wind Ensemble/Winton Marsalis/Eastman Wind Ensemble/Winton Marsalis on Grooveshark

lunes, 19 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XXIV



                                          ¿De la crisálida qué creen que sale?
                                          ¿Una mariposa gitana, un duro antiguo?
       
                                           Crea crisálidas y te sacarán los ojos.

                                           Es recomendable una cierta ambigüedad
                                           en la espiritrompa.
                                                                         
                                                                                 Mendigo Diego






domingo, 18 de mayo de 2014

UNA GOTA, cuento de Dino Buzzati



Una gota de agua sube los peldaños de la escalera. ¿La oyes? Tumbado en la cama a oscuras, escucho su misterioso recorrido. ¿Qué hace? ¿Brinca? Tic, tic, se oye de forma intermitente. Después la gota se detiene y quizá lo que queda de noche no vuelva a dar señales de vida. Sin embargo sigue subiendo. De peldaño en peldaño viene hacia arriba, a diferencia de las otras gotas, que caen perpendicularmente obedeciendo las leyes de la gravedad, y al final hacen un pequeño chasquido perfectamente conocido en todo el mundo. Ésta no: poco a poco asciende por la caja de la escalera E de la inmensa casa de vecinos.
   No fuimos nosotros, adultos, refinados, enormemente sensibles, quienes reparamos en ella, sino una criadita del primer piso, demacrada, bajita e ignorante. Se dio cuenta una noche, a última hora, cuando ya se habían ido todos a dormir. Al cabo de algún tiempo no pudo reprimirse, se levantó de la cama y corrió a despertar a su señora. "Señora", susurró,"¡señora!" "¿Qué ocurre?", respondió su ama sobresaltándose. "Hay una gota, señora, una gota de agua está subiendo por las escaleras!" "¿Qué dices?", preguntó la otra desconcertada. "¡Una gota que sube los peldaños!", repitió la criadita a punto de echarse a llorar. "¿Pero qué estás diciendo?", imprecó el ama. "¿Estás loca? Vuelve a la cama, ¡largo de aquí inmediatamente! Has bebido, eso es lo que te pasa, desvergonzada. ¡Hace tiempo que falta el vino en la botella! Si crees, majadera..." Pero la chiquilla había huido y ya estaba acurrucada entre las sábanas.  
Fotografía: Fernando Lemos I Luz Teimosa, 1949.












   "Vete a saber lo que se le habrá pasado por la cabeza a esa estúpida", pensaba luego el ama, en silencio, ya desvelada. Y escuchando involuntariamente en medio de la noche que reinaba sobre el mundo, ella también oyó el singular ruido. Una gota subía por las escaleras, no había duda. Celosa del orden, la señora pensó por un instante salir a ver. ¿Pero que habría podido encontrar en la escasa luz de las bombillas oscuras que colgaban de la barandilla? ¿Cómo hallar una gota en plena noche, con aquel frío, en los tenebrosos tramos?
   Los días siguientes la noticia corrió lentamente de familia en familia, y ahora todos los vecinos de la casa lo saben, aunque prefieran no hablar de ello, como si fuera una tontería de la que posiblemente habría que avergonzarse. Ahora, cuando la noche ha caído para oprimir al género humano muchos aguzan el oído en la oscuridad. Y unos piensan en una cosa, y otros, en otra. Ciertas noches la gota calla. Otras veces, en cambio, durante largas horas no hace nada más que subir y subir, se diría que no va a detenerse nunca. Palpitan los corazones cuando el delicado paso parece acercarse al umbral. No se ha parado, menos mal. La oyen alejarse, tic, tic, dirigiéndose al piso de arriba.
   Sé a ciencia cierta que los inquilinos del entresuelo piensan que están a salvo. La gota, creen, ha pasado ya por delante de su puerta, y ya no volverá a molestarles. Los que vivimos en el sexto ahora tenemos motivos para preocuparnos, mientras que ellos ya no. Pero ¿cómo pueden estar seguros de que en la próximas noches la gota reanudará el camino desde el último punto donde llegó y no empezará desde el principio, comenzando el viaje desde los primeros peldaños, siempre húmedos, oscuros y sucios de basuras? No, ni siquiera ellos pueden considerarse seguros. 
   Por las mañanas, al salir de casa, miramos con atención la escalera para ver si ha quedado algún rastro. Nada, como era de prever, ni la más pequeña huella. Por lo demás, ¿quién sigue tomando por la mañana esta historia en serio? Aunque pocas horas antes haya estado atemorizado, con el primer rayo de sol el hombre se hace fuerte, es un león. ¿No tendrán razón los del entresuelo? Por lo demás, nosotros, que antes no oíamos nada y nos manteníamos a salvo, de unas noches a esta parte también oímos algo. La gota todavía está lejos, es verdad. Sólo nos llega un repiqueteo ligerísimo, débil eco a través de las paredes. Sin embargo, es señal de que está subiendo y se acerca cada vez más.
   Tampoco sirve de nada dormir en una habitación interior, alejada de la caja de la escalera. Es preferible oír el ruido a pasarse las noches con la duda de si está ahí o no. Quienes viven en esos recónditos cuartos a veces no pueden aguantar, salen en silencio a los pasillos y se quedan en el recibidor expuestos al frío, detrás de la puerta, sin respirar, escuchando. Si la oyen, ya no se atreven a alejarse, esclavos de oscuros temores. Pero todavía es peor cuando todo está en calma: en este caso, ¿cómo descartar que en cuanto vuelvan a acostarse, justo entonces, no comenzará el ruido?
   ¡Qué extraña vida esta en la que no se puede hacer reclamaciones, ni intentar remedio alguno, ni hallar ninguna explicación, que tranquilice los ánimos! Y tampoco poder convencer a los demás, a los de las otras casas, a los que todavía no saben y que, con exasperante buena fe, preguntan: Pero ¿qué es realmente esa gota?, ¿un ratón? ?Un sapito surgido de los sótanos? No, por supuesto que no.  
 ¿No será entonces una alegoría? ¿Un símbolo de la muerte, por decirlo de alguna manera? ¿O de un peligro que acecha? ¿O de los años que pasan? Ni por asomo, señores: se trata simplemente de una gota, de una gota, eso sí, que sube por la escalera. ¿No será tal vez una representación más sutil de los sueños y las quimeras? ¿De las tierras anheladas y lejanas donde se supone que se encuentra la felicidad? ¿No será algo poético, en suma? No, en absoluto.
   O bien preguntan, ¿no se tratará de un lugar más lejano todavía, en el fin del mundo, al que nunca llegaremos? Os digo que no, que hablo en serio, que no hay dobles sentidos. Por lo que se puede colegir, se trata exactamente, ¡ay!, de una gota de agua que de noche sube por la escalera. Tic, tic, misteriosamente, de peldaño en peldaño. Y que por eso tenemos miedo.

Sesenta relatos, de Dino Buzzati, Editorial Acantilado, traducción de Mercedes Corral.

sábado, 17 de mayo de 2014

BIOGRAFÍAS RIDÍCULAS: Monseñor Rothko Varela, expresionista abstruso.





   Aunque se empeña obstinadamente en negarlo, fue concebido en pecado original, en el marco de unos talleres pictóricos, fruto del contacto entre un pintor beato de brocha gorda, y una señorita virgen muy cuadriculada. Pronto comenzó a demostrar grandes dotes artísticas, motivo por el cual sus padres lo ingresaron en un seminario, donde se consagró al noble arte del cromatismo abstracto, rama "oratoria apocalíptica". Famosas son sus obras "Ultranza de la buena vida", "Homofobia tricolor", y el archidiaconocido autorretrato "Opus Diez", que puede contemplarse en el Museo del Aborto de Dublín. Planea secretamente enterrarnos a todos.


Colaje de Manolo Marcos



POEMITAS DE MAÍZ XXIII




                                          Libélula o tamarindo son palabras
                                          a nada comprometen, violetas levemente
                                          húmedas, ustedes me dirán.

                                          De la inutilidad de algunas válvulas,
                                          teorías, sacacorchos y mayéuticas
                                          que son pura belleza pistolera,
                                          no hay nada que objetar.

                                          O la palabra pan que se dispara sola
                                         ¿quién la podría parar?

                                                                                     Mendigo Diego






jueves, 15 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XXII




                                      ¿Se te olvidó mi nombre
                                       en la maceta de la yerbabuena?

                                       Acabo de perder un abanico,
                                       duermo de pie sobre la báscula
                                       como cualquier hijo de gerundio.

                                       Si me desvelo
                                       agito ingenuamente un calcetín en el balcón.

                                                                                        Mendigo Diego






PELUSOMBRA MENGUANTE



  Tal vez sea por desidia, costumbre de ir recogiendo por las esquinas los restos de intimidad doliente de otras pelusombras, la vieja lana despeluchada de los abrigos, los bigotes del gato, el polvo y las migajas: al cabo la pelusombra se carga de electricidad estática y emite un llanto en armónicos ultrasónicos sólo perceptibles por el perro del vecino, y se empapa de lágrimas hasta convertirse en un entrañable amasijo oscuro con dos ojitos de ámbar, que se esconde en la cesta de la costura.



miércoles, 14 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XXI




                               
                                  Aunque linda sacrílega es tu flor.

                                  Estramonio lucrecia, campana floripondio.

                                  Yo sé que no me entiendes
                                  pero esta primavera que propinas
                                  tiene mucha atropina y pocas nueces.

                                                                                   Mendigo Diego







lunes, 12 de mayo de 2014

AMAPOLO: elegante pitecántropo.



   No cabe duda que el señor Guterres ha evolucionado a pesar de la pureza de la sangre, a pesar de la competitividad y estulticia humanas, haciéndose un lugar en el limbo delicado de las formas: una casa sin puerta es el método perfecto de acceso a la realidad. Persuadido de que la psicología ha sido sobrevalorada, ha desarrollado un sistema de poleas parasimpáticas que regulan el gesto y la postura. Sabe que el camino es la personal exégesis metafísica. No tiene sentido aceptar las recomendaciones de lectura de una logia culta. Tan sólo una gintónica bien fría y un cuento deberían bastar. ¿Por qué se afana (el pitecántropo primario) en la erección? 

Pintura de Daeyhun Kim




sábado, 10 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XX



                                      La más humilde yegua,
                                      las palabras turgentes de gran lomo sagrado.

                                      Una punta de hombre me asoma por los ojos
                                      y quiere ser sombrero en la ventana
                                      apto para servir de amor o de paraguas.

                                      Humanamente roto por las gafas, 
                                      esta delicia triste de morirse
                                      es conocer el mundo de una vez.

                                                                                 Mendigo Diego









viernes, 9 de mayo de 2014



                               Mañana me preguntaron si soy bueno
                               y respondo: 
                               lloro en días de fiesta,
                               cuando en la gramola se levanta al aire
                               el futuro que ya pasó.

                               De no sé qué cántaro roto
                               vi que los niños se ríen
                               sin tanta tontería.

                             ¿Pero y las palabras?

                               Así cuando te demanden si eres bueno
                               di que SÍ sin dudarlo, ya que la pregunta
                               está ahí puesta para caer en la trampa
                               de argumentarla.

                               Nada de explicaciones, camisas
                               de once varas:
                               Soy bueno,
                               y en mí resuenan
                               los ecos de aquellos que no tienen voz.

                               Porque yo no sé
                               contestar preguntas hechas a bocajarro
                               por un señor señorito que se disfraza
                               de piadoso pescador de almas.
                               Porque hay preguntas que sólo
                               pueden responderse a golpes.

                               Ahora siempre es nunca todavía.







miércoles, 7 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XIX





                                    Hay espejos con la piel de gallina
                                    averiados por la monotonía:

                                    huevos decimononos,
                                    parágrafos, amebas, ectoplasmas
                                    que hacen vida normal quién lo diría

                                    y una escama inasible en la pupila.

                                                                            Mendigo Diego







martes, 6 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XVIII



                                  Aunque resulte obvio me presento
                                  soy el simple mortal multiplicado
                                  por el máximo común de los tormentos:
                                  una mosca blanquísima en el ano.

                                  Esta mosca podría bienllamarse
                                  Malmaridada ave inteligente
                                  a tenor de las últimas noticias.

                                  O pudiera o pudriese ser la vida.
                                  Cada cual que la llame como deba.


                                                                        Mendigo Diego



Pintura de Luigi Seraphini.




sábado, 3 de mayo de 2014

POEMITAS DE MAÍZ XVII



                                    Hasta el cero sin nódulo soy sólo infantería,
                                    me rasco el corazón (que tiene polvo)
                                    a la cabeza de mis certidumbres.

                                    Pero cómo serían dos lágrimas de plomo
                                    sobre mi prójimo en especie, sino mera
                                    ortografía sin alma.

                                   ¿Pero cómo serían?


                                                                               Mendigo Diego



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