Mírame bien
Soy un escombro de ángel
Alas de un verso frágil
Tejidas por la triste araña de la risa
Eres humo con viento
Nieve con sangre
Fulgor entre las piernas
Donde te empieza el ser
A confundir con la yedra
Una pureza raptada por la fiebre
Flor delicada que se pudre
Si no le cuido las pústulas
Creíamos tener una fe
Pero no, no
Mírame bien
Soy una máscara sin credo
Que en tus brazos recobra
Su amor, su libertad, el cuerpo
Espejo
Me devuelves rosa de pernocta
Y te observo desnuda segregando
Nocturna flor rebelde
La ansiedad de un tiempo perdido.
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