jueves, 26 de enero de 2017

SALMO DE LA SOLEDAD



   Recuerda el sonido del hachazo en el tronco de un árbol. Seco, tajante. En su efímera condición de golpe hay un aliento eterno. Una garganta talada por la nuez suena así cuando se quiebra el hilo de la fe, y la silente faz de los objetos arde, esos días sin nombre en que el tiempo socava insensiblemente la memoria con la vaga certeza de no haber sido claros, ni auténticos. Una voz se sostiene por el pulso que mantiene con el silencio, y aguarda, aguarda hasta ser el purgante de una verdad callada que no debe decirse con palabras. Así los labios de los amantes, en el fulgor del aire mienten su amor herido, cerrado en falso por tanta soledad mal avenida. Al hachazo sucede un eco en la fronda y la caída. El ala del amor, segada por la muerte.


Fotografía de Pedro Burgos Montero

SALMO DE LA INOCENCIA


   El tímpano caliente del aire vibra solamente con lo que no tiene nombre. Ese misterio tiene todo lo que huye, miedo que busca su libertad sin saber dónde. El tallo de la rosa avisa que con el viento se ríen las espinas. El camino no te lleva a ninguna puerta conocida, planea dentro de ti, y así trema la vida, sin estandartes. Gallarda copa vacía del mundo que has de llenar antes que el tiempo aviste tu último viaje. Cada ángel su miseria en los dientes y una dicha de ventanas donde el sol ilumine tus manos. Esas que inocentes tejen la caridad del beso y la palabra.


lunes, 23 de enero de 2017

SALMO DE LA MÚSICA


   Circula el secreto, parvada de pájaros que se esconden en los árboles para soñar una arquitectura de sonidos cálidos, libre por el viento, con mayor claridad; si cuenta un sentimiento delicadamente pulsado por las raíces del tiempo. Parece ajena a la soledad del mundo y a la muerte, pero al fondo late un diamante de luz y de silencio que nos acerca a la angustia, y nos la presenta educadamente. Telúrico sueño, no epifanía de la felicidad.   El secreto se revela. Hay un eco en la Historia del hombre que no puede dirigirse con batuta. Un paisaje olvidado o tierra de prometida belleza, abisal profundidad de la superficie: cristal y voluntad de elevar lo efímero a eterno. Con absoluta humildad.






jueves, 19 de enero de 2017

PSICOANÁLISIS DEL AGUA


                                                                     ¡Y que ahora tenga que dejarte
                                                                     para emprender otro camino!
                                                                                            José Hierro

                        Si supiera dónde la yema de tu dolor
                        crece como las raíces de las estrellas
                        hasta alcanzar el tuétano triste, el más hondo
                        y trasparente fluído de tu ser en llamas
                        y conjurar la sináptica flor sin alas
                        que trunca tu vuelo, amor, enajenando
                        acariciantes peces, algas iluminadas,
                        todo lo soñado juntos, ebrios de luz:
                        me bebería tu oscuridad de un sólo trago
                        para dejarte la alegría en carne viva.


Fotografía de Elena Markova






miércoles, 18 de enero de 2017

SALMO DE LA MELANCOLÍA


   El azul me dejó un sombrero de cielo. Los furtivos vencejos anidarán en el seno de la luz, y seré humus, y seré la materia de silencio que anuda la verdad a su glándula amarga. Pesadumbre de niño busqué el amor sincero, hecho de llanto y carne, y de soles y lluvias hermanadas al viento. No me guardé los besos, los di todos abiertos con la flor en la herida. Rasgué harapos de sombras para vendar tus manos, Amor, tú que adivinas el pasado con las alas caídas de los ángeles: mírame, no te apiades de mí, tan sólo mírame caminar, honrar la voz purísima que alienta en los pulmones de la vida.


Pintura de Odilon Redón

martes, 17 de enero de 2017

SALMO DEL CABALLO SOLITARIO


   Intuyo que en la pena los hombros se suavizan como olas desmayadas que anegan en los brazos un deseo. Acaricia una sombra; húmedas dentelladas que ribetean en las fotografías las costillas quemadas de la luz, lo imposible de ser huella constante, de perdurar en tu calor, en tu sonrisa. Intuyo que en la pena mi soledad se hermana con el viento, es caballo furioso que redobla esa rabia ancestral de la locura, soledad engañosa en busca de jinete. Déjate ir, salvaje: nadie habita tu nombre.





domingo, 15 de enero de 2017

SALMO DEL CÁNTARO


   

   El rumor del tiempo en tus senos de espuma no exige respuestas, canta un salmo limpio. Antes fue ángel desnudo de promesas que ardía en los jardines tras la sombra en paz de los amantes. Y en su origen muchacho sin paraguas, perdido entre las páginas de un libro de poemas: yo busqué en días iguales a sí mismos la niña que tu fuiste, te imaginaba así, desenvuelta y amable, alegre y estrellera la mirada en ensueño como una flor humilde y silenciosa. Si quieres me desnudo de preguntas, de dudas, de razones, de todo lo que aplaza esta verdad sin pausa que me exalta, aunque sea ya muy tarde para volverte el mundo del revés. Me lleno con muy poco.


Pintura de William Adolphe Bouguereau

SALMO DE LA DESCONFIANZA



   Este balazo frío de tu silencio, es óxido en tu boca, sucio margen que aborta luz de astros calientes. Estrellas no veía que era ya mi cuerpo un ojo todo, como un nervio palpitando en la ciega espiral de la noche. Ebrio de tus lirios venenosos, estremecido, en el azogue dulce de tu mirada creí hallar la trasparente causa del amor. Perfumada de suaves perífrasis, no sabías que la gramática de la ternura no usa palabras, ni tienta el paladar con frutos prohibidos. La crueldad taxativa del disparo es señal inequívoca de que no me quisiste. Y así se va sellando poco a poco la mentira, dando por bueno un mundo que no nos pertenece, en el que sólo somos un recuerdo más. Perdidos para siempre.


sábado, 14 de enero de 2017

SALMO DE LA PRIMERA LUZ




   Aquella vez de aceptación completa, de renuncia, del más barato gramo de cordura, de voz que se elevó sobre la vida tal un rebelde pájaro, de rabia enamorada contra la sal que miente, espumarajo de sangre infecta en dudas. Atiplados versos en la gama discreta de colores que se suman a todas las convenciones culturales, a toda esa tonelada infinita de basura sentimental que puede acumularse en la petunia. O acaso la pensión de mala muerte sea poesía, el tráfico letal de las neuronas bajo un cielo mate, el pérfido neón por las esquinas: naturaleza viva es también este surreal instinto que nos persuade de que, la realidad, está siempre susurrando los nombres de Dios. Pero con tanto ruido es muy difícil poner en hora el corazón, para que suene al alba, con su tictac enamorado. A la primera luz posible cada día, y sin vender crepúsculos. Es muy difícil.


jueves, 12 de enero de 2017

SALMO DEL VIENTO


  El viento, utopía cuyas coordenadas mueren en tus brazos, mueve el futuro, se acerca como un buey tumefacto que exhalase la hiel de un invierno disfrazado de reloj de pared elegante, la sandez repta veloz sobre la herida cerrada de una memoria que no ha de saber recordar, ya, cuándo fue que la fe se trabó la lengua implorando carros vacíos donde podrían caber tantos cadáveres. El viento es rector de cometas, las nubes son sueños en el viento; con lentitud se disuelven y nadie sabe cuánto pájaro muere mientras vuelan, como una flor que amase estar siempre dormida sobre el lecho frío de la luna, mordida por los murciélagos blancos de la vida. Enervante viento cuyas coordenadas utópicas defienden la voluntad en guerra de lo humano, oprimida en la luz; proyectando una sombra que se expande en silencio, ofrece una copa de vino a las farolas, mancha de llanto el fulgor de la carne, obsoleto candor de piel limpísima. Enemiga del nardo te postulas ante mí con una antorcha de besos. Cuando acaba la función se desvanece el misterio, en el mismo lugar donde nació.


               

sábado, 7 de enero de 2017

QUEBRANTO


                       Vena o raíz,
                       a nada teme la savia o sangre.
                       Me procuro musgo fresco
                       para esta llaga donde el silencio
                       pronuncia las sílabas ardientes de tu nombre
                       en la libertad de una escollera.
                       Así quiebro los huesos a la melancolía.


Fotografía de Rimel Neffati


miércoles, 4 de enero de 2017

CHARADA



                                                                        ...y ponte un alma
                                                                        si la encuentras.
                                                                              Blanca Varela

                                Amor cabo en la punta
                                le falta orearse, catamarán en los dientes
                                arría la vela, esa tensión 
                                ácida que pérfida resume el brillo
                                de una mirada, examina otra vez
                                el agua de los charcos donde bebiste
                                para conjurar
                                tus más turbias sospechas, ollas podridas
                                con su parafernalia de propósitos perfectos,
                                reina del hipotálamo, ojo panóptico,
                                si nada queda en sombra
                                para qué sirve la confianza, sólo es 
                                una palabra donde van a morir
                                los elefantes negros de tu alma
                                encallecida en tanto que temor de palmas
                                huecas y 
                                ponte un alma si la encuentras.



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