Siempre me han dado que pensar, esto de los haikús es algo endiablado, que repetido muchas veces y poniéndolos en circulo uno al lado de otro, conseguimos una joya donde la gema central ha desaparecido. Intenté hacer un haikú y me salió esto que sigue a continuación, esto que no es un haikú, ni por su forma, ni por su contenido:
Sálvate de Dios, defiéndete del prójimo. Quinto Evangelio.
Es cosa de raigambre oriental, Francesc, que pierde fuelle desde el prisma nuestro, ya que la imaginaria japonesa tiene todo que ver su lenguaje ideográfico. Tanto el tuyo como el mío tienen algo de sana ironía con respecto al trasvase cultural de fórmulas poéticas. Personalmente la pasión actual por el hayku me parece un modismo. Me gusta el tuyo.
Siempre me han dado que pensar, esto de los haikús es algo endiablado, que repetido muchas veces y poniéndolos en circulo uno al lado de otro, conseguimos una joya donde la gema central ha desaparecido.
ResponderEliminarIntenté hacer un haikú y me salió esto que sigue a continuación, esto que no es un haikú, ni por su forma, ni por su contenido:
Sálvate de Dios,
defiéndete del prójimo.
Quinto Evangelio.
Es cosa de raigambre oriental, Francesc, que pierde fuelle desde el prisma nuestro, ya que la imaginaria japonesa tiene todo que ver su lenguaje ideográfico. Tanto el tuyo como el mío tienen algo de sana ironía con respecto al trasvase cultural de fórmulas poéticas. Personalmente la pasión actual por el hayku me parece un modismo. Me gusta el tuyo.
EliminarUn abrazo.
Manuel
Me encantó.
ResponderEliminarMil gracias, amigo Carlos Perrotti.
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