lunes, 22 de diciembre de 2008
LAS NUBES, de Manuel Altolaguirre
¡ Oh libertad errante, destructora,
desnuda de verdor, libre de venas,
arboleda del mar, fugaces nubes:
si en lluvia el desengaño te convierte
la forma de mi copa podrá darte
una pequeña sensación de cielo !
Vuelve a la tierra, oh mar, vuelve a la vida,
a las cadenas de los largos ríos,
a las prisiones de los hondos lagos,
vuelve afilada a penetrar mil veces
angostos laberintos vegetales.
¡ Oh libertad, tus puertas son heridas !
No las quieras abrir, sigue encerrada
en la sedienta piel o te sostenga
el inclinado cauce del torrente.
Todo sueño que es nube se deshace.
Vuelve a brillar el sol pues la blancura
de esa ilusión de libertad celeste
es tan solo una sombra hecha girones.
No sueñe más el agua y tenga vida
en la savia o la sangre, tenga solo
en mí su libertad, libre en mis lágrimas.
Manuel Altolaguirre
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