IV
La jornada es segunda en su inmediatez
Hiberna el cerebro en la conspicua verdad
Allá donde las codornices y un manto de sombra
Cubre la indiferencia del mundo
Hacia todo el amor de las esferas
Hasta que amaine la tormenta de moscas.
Hiberna el cerebro en la conspicua verdad
Allá donde las codornices y un manto de sombra
Cubre la indiferencia del mundo
Hacia todo el amor de las esferas
Hasta que amaine la tormenta de moscas.
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