a
un mediodía que no era de luz
sino
de ti en la llama
en
pie vertí mi fe
sobre
las nudas venas de tus manos
y
cenital tu cuerpo me decía
que
no al sol
tal
vez ya nada adverbios
regazo
de la noche
ojo
en los árboles
auroras
blancas declinando qué hora
me
queda un viaje largo
sin
tu lengua encelada
sin
tu espuma en los labios
a
nunca llegaré
por
más que escriba sombras
las
vacas me recuerdan el paso de los trenes
las
nubes encadenan una lluvia dormida
que
abreva en la distancia
un
temor al pronombre
no
es nada personal
por
un instante
fui
verdad a tu lado y no me daba cuenta
de
la dulce ironía
que
es un beso
en
unas escaleras mecánicas
Buen poema Manuel, te felicito. Los de esta serie me gustan mucho.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Bien, Francesc, me alegro de veras, es un tránsito extraño hacia otra manera de escribir, para la que no tengo perspectiva ahora.
EliminarSalud