quise lo
verde agazapado en tu miedo
para
sembrarlo de caricias
era tu voz
para mí como la lluvia
primera de
septiembre
herida el
ansia de la tierra
desolación
de cielo abierto
en jirones
de luz asombrada
no hay
metáforas para el deseo
un gato
negro orina en un poema
grabado en la
piedra
y el viento
borra de mis labios
los últimos
besos
vuelvo a ser
camino
me refiero a
ciertos erizos
piel con
piel
adheridos a
un abismo sin números
que despiden
un reflejo amable
en las lunas
de los automóviles
me refiero a
esa leve constancia
de que un
tubo de escape
tiene cierto
lirismo
seguramente
trasnochado
como todo lo
que huele bien
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