Eres el imbécil que piensa bien y además acierta.
Eres ese poeta nunca suficientemente crítico consigo mismo
y mucho con los demás.
Eres un tambor de cobre con pellejo de plástico.
Tu epitafio podría ser: "Nunca se le olvidó tirar de la cisterna."
Tu cabeza con forma de huevo fue empollada por un dios pacato y llorón.
Soy el espejo de tu cuarto de baño.
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Pintura de René Magritte |
No amerita ser el verdugo de lo humano
ResponderEliminarCada uno tenemos eso que a otros ojos... suena normal
Somos nuestro más duro crítico
Bella tu poética.
Un saludo desde este lado del mar
Hola, Francisco, disculpa la tardanza en contestarte. No amerita nada, siempre es mejor cuidar de no caer en aquello que criticaríamos a los demás. Muchas gracias, amigo, un afectuoso saludo.
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