El señor absorto en marañas metafísicas escupe ortografías imaginarias sobre la barra del bar, son frases de Heidegger y huyen hacia el paraíso del limón y los cubitos de hielo, donde solidifican en cristalina y fría transparencia. Luego se disuelven en el gin-tonic y el señor perplejo de la corbata rojo Sartre, toma un trago amargo como la quina, con sabor a ser y tiempo. Así se consuma a veces, en los bares, el milagro de la transmigración filosófica o la metempsicosis del señor pensativo.
Pintura de Ester Grossi
Hombre, claro, es que pasando por Heidegger no queda más que estar absorte. ¡Qué texto más interesante! Algo poderoso en él. Algo sucinto y escondido que pareciera tener. ¡Me encanta! Saludos pues. F:
ResponderEliminarFelipe, qué tal, yo lo he intentado, que conste, leer Ser y Tiempo, pero al final acabo tomándome un gin-tonic para olvidar. Muchas gracias por la gentileza, le haré una visita a la hora del café.
ResponderEliminarUn abrazo
Manuel
hermoso texto que emana de los vasos, sucios de vida... el cómo imaginar la ortografía imaginaria, vale la copa.
ResponderEliminarHacen falta estimables cantidades de alcohol para expiar las sonoras soledades. Muchas gracias, Mareva, por leerlo y dar fe. Un afectuoso saludo.
EliminarManuel
Manuel, el texto es muy bueno, me ha gustado como has expresado eso de que toda metafísica acaba convertida en una solidificación helada. El señor de la corbata contempla y, con un sabor amargo, constata que toda existencia es superior a la esencia.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Si pudiéramos vivir en la esencia, nuestra vanidad sería ya insoportable supongo, pero están hay las esencias. Muchas gracias, mi buen amigo Francesc, intentaré una excelencia en estos textos cortos.
EliminarSalud
Manuel
Ya sabes, "in vino veritas", en este caso gin tonic. Esos lugares de búsqueda de la verdad tan frecuentados por Joseph Roth, y su Santo bebedor. Un existencialista avant lettre en su vida y en varios de sus libros.
ResponderEliminarHeidegger no estaría muy de acuerdo con ser calificado de existencialista. Yo tampoco lo calificaría de tal.
En cuanto al atasco con la lectura de Ser y Tiempo, me parece normal. Se trata de un autor que se presenta tanto más profundo cuanto más complicado y obtuso se expresa. Un maestro de la jerga de la autenticidad, le diría Adorno. Amén de otras muchas imposturas que se le pueden descubrir.
Te habrás dado cuenta de que no es filósofo de mi devoción. Te sugiero que lo sustituyas por un par de libros de Ortega que ofrecen una sugerente visión del humano, más próxima y clara que la del tudesco, además de ser muy anteriores en el tiempo al libro de aquel. Son "El tema de nuestro tiempo" y la primera entrega de "El espectador"
Salud y buena lectura.
Buenas referencias Miguel Ángel, me gusta Joseph Roth, lo leí el año pasado. Tienes razón, no pretendía uno hacer una glosa filosófica, Amapolo lleva el existencialismo en el rojo de la corbata, y en esas frases de ser y tiempo, que como bien dices parecen obturarse en el magín. Esos dos libros de Ortega, querido amigo, los conozco bien y los tengo en casa. La visión de Ortega es fundamental para entender aquella época convulsa de la filosofía y de la historia. Heidegger es tan imprescindible como poco asequible al lector medio, aunque tiene otros muchos escritos muy interesante sobre arte y cultura que se dejan abordar con menos problemas.
EliminarSalud
Manuel
Que nos quiten lo bebido.
ResponderEliminarNo podrán, bastante recorte ya.
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