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collage de Paco Marcos |
Nunca nosotros hemos de profesar un culto desmedido a las actividades cinéticas, convencidos de que estas se nos darán por añadidura, mientras no logremos sustraernos al universo físico del que formamos parte. Ni el trabajo por el trabajo, ni el juego por el juego, ni la lucha por la lucha misma, que son maneras de rendir un homenaje - realmente superfluo - al movimiento. La gracia está en pararse a ver, a contemplar, a meditar, en consagrarse un poco a las actividades quietistas. Quiero decir con esto que no pretendo educaros para hombres de acción, que son hombres de movimiento, porque abundan demasiado. El mundo occidental padece plétora de ellos, y es su exceso, precisamente - no su existencia -, lo que trae al mundo entero de cabeza.
de Juan de Mairena II, Antonio Machado
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