Un dogma ha sido reducido al grado cero de la ignorancia por la policía de la ciencia: se disponía a interrumpir una clase de filosofía del arte para imponer la adoración candorosa de Kandinski. Se le deportará con todos los honores a la universidad autónoma de Minsk, donde aprenderá los rudimentos básicos de la estética, cuales son, sacarse los mocos, colorear, recortar, pegar y hacer una piedad de plastilina.***
Instituto Comercial de Prestadística y Numeromanía.
Un grupo de disputas han sido elevadas a la máxima potencia. Se les ha concedido la medalla de horror al mérito beligerante y unas buhardillas equipadas para tareas poéticas. La decisión la ha tomado el fiscal de los debates universales, a la vista del miserable estancamiento de la historia que agoniza entre la instauración por decreto mundial del plan quinquenal solidario, o la devastadora tercera guerra literaria, cuyas consecuencias todavía no han sido cifradas por el Instituto Comercial de Prestadística y Numeromanía. Se prevée, por el momento, un incremento paulatino del ambiente de crispación en un 10 %, a partir del momento en que este grupo de escritores-disputa comiencen las hostilidades a través de la red.
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Discurso radioactivo del Vicedios Don Nadie : Sumo Canciller de la ínfula Barataria.
"Un número fabuloso de desgracias vueltas al eterno retorno de lo distinto, se dirigen meditabajas hacia las cloacas de oro más allá de las cuales no hay esperanza. Hasta el momento estas personas han demostrado nula capacidad de asombro ante el espectáculo barroco de la prisa, el autóbolo y la polimancia destructiva. Nuestra sociedad desprecia el ocio improductivo, por eso fomentamos las carreras de autóbolo en la juventud. Igualmente la polimancia destructiva en la persona adulta, con el riguroso método de adivinación del pasado que se impone; corrompe y desvirtúa el sentido crítico manteniendo al sujeto moral en un estado de entropía ausente. Por eso estas desgracias han de ser depauperadas a la condición de ubicuos, en las cloacas de oro: nuestro más preciado bien, pues allí, las desgracias, después de un relajante entrenamiento a la lectura, devienen poco a poco en escritores, reintegrándose a la categoría biempensante de disputas y retroalimentando el espíritu sagrado de la nación."
Me encanta la policía de la ciencia. La imagen por sí misma carecería del interés que presenta al ser justamente eso, policías de la ciencia.
ResponderEliminarNo descansas, Manuel, espero que no seas tan exigente con tus lectores como Joyce.
Salud.
Tienes mucha razón Miguel Ángel, echo humo, pero ahora en verano trabajaré con la música, tendré menos tiempo para ulisíadas. Estuve viendo una película sobre la novela de Bradbury, Farenheit 451, y me ha salido esta discreta ensoñación de un mundo virtual dominado por un insignificante generalísimo hideputa.
ResponderEliminarSaludos
Manuel