dedicado a Marcos Matacana
No sé si soy poeta
o una silla sin patas
o si es más grande el mundo
que el monedero enorme de mi abuela,
la verdad de la neta no se llama poeta
se llama en todo caso: oropéndola.
ya saben, un pájaro que emite
guano y canto,
es una regadera muerta de rabia
porque ahora triunfa la manguera.
Y ya me va costando estar al tanto
de todos los decálogos posibles,
mi reloj de pulsera adelanta,
de preferencia orino en los floreros.
¿Podría alguien rebatirme
la soledad de una percha en el armario?
Me siento más vacío que una escopeta.
Colaje de Bill Domonkos |
Son regalos lo que me hiciste.
ResponderEliminarte beso por los detalles.
te abrazo fuerte de corazon
Amdri