En el vórtice oscuro
de tus pupilas
se adivina la ironía de los dioses.
Retales de otro mundo,
ni cierto ni posible.
Otro mundo, quizás,
donde la lluvia cae para arriba.
Que no creas da igual,
lo triste es que la suma
En efecto amigo Manuel, lo malo es haber tenido demasiado, entonces el balance sale "a devolver" Cuando esto ocurre, uno pierde la noción del valor del soneto y los pies desconocen el tacto de la tierra, el vótice de las pupilas se nubla y llega uno a creer que la ironía de los dioses es piedad y que su impiedad es amor.
ResponderEliminarUn bello poema, Manuel, te felicito.
Francesc Cornadó
Querido amigo Francesc, creo que tienes razón, es mejor tener sólo lo justo y saberlo disfrutar, la balanza del destino ha de ser por fuerza justa si no queremos ser impíos y pedir más de lo que merecemos. Muchas gracias, celebro que te guste.
ResponderEliminar