Este balazo frío de tu silencio, es óxido en tu boca, sucio margen que aborta luz de astros calientes. Estrellas no veía que era ya mi cuerpo un ojo todo, como un nervio palpitando en la ciega espiral de la noche. Ebrio de tus lirios venenosos, estremecido, en el azogue dulce de tu mirada creí hallar la trasparente causa del amor. Perfumada de suaves perífrasis, no sabías que la gramática de la ternura no usa palabras, ni tienta el paladar con frutos prohibidos. La crueldad taxativa del disparo es señal inequívoca de que no me quisiste. Y así se va sellando poco a poco la mentira, dando por bueno un mundo que no nos pertenece, en el que sólo somos un recuerdo más. Perdidos para siempre.
domingo, 15 de enero de 2017
SALMO DE LA DESCONFIANZA
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Nunca olvidado, siempre recordado. Precioso Pema y Collage.
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