Aquella vez de aceptación completa, de renuncia, del más barato gramo de cordura, de voz que se elevó sobre la vida tal un rebelde pájaro, de rabia enamorada contra la sal que miente, espumarajo de sangre infecta en dudas. Atiplados versos en la gama discreta de colores que se suman a todas las convenciones culturales, a toda esa tonelada infinita de basura sentimental que puede acumularse en la petunia. O acaso la pensión de mala muerte sea poesía, el tráfico letal de las neuronas bajo un cielo mate, el pérfido neón por las esquinas: naturaleza viva es también este surreal instinto que nos persuade de que, la realidad, está siempre susurrando los nombres de Dios. Pero con tanto ruido es muy difícil poner en hora el corazón, para que suene al alba, con su tictac enamorado. A la primera luz posible cada día, y sin vender crepúsculos. Es muy difícil.
sábado, 14 de enero de 2017
SALMO DE LA PRIMERA LUZ
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Pero con tanto ruido, es muy dificil poner en hora al corazon. La pintura,,magnifica.
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