voy viendo llegar la muerte
alcanfor en secas bocanadas
me ha mirado dos veces
con un señuelo en las pupilas
para mi labia de pez sedienta
de infinito
qué besanas a fuego en la tierra
pentagrama de sombras
que desnudan lascivas a otros condenados
me respetas aún
te compadeces
porque crees en mí
tornasol irisado en palabras
macilento cantor de una antigua ceguera
esa mirada pronta de libélula te la voy a cubrir
con el ardiente sexo de las moscas
me golpea una voz que pide redención
enmudece la hembra
que se poda las venas en el patio
ya mi rosa se pudre
la memoria es un vino fermentado
en la indolencia muda del olvido
¿no vale un cuerpo el precio de morir
arrodillado ante un altar vacío?
alguien tendrá que recoger las esquirlas
de este poema que acabo de romperColaje de Alfonso Brezmes |
Me gusta. Particularmente el verso "en la indolencia muda del olvido" (aunque no estoy precisamente de acuerdo) porque me dispara pensamientos...
ResponderEliminarGracias, Carlos, si te dispara pensamientos el poema y en particular ese verso, es porque eres un gran lector que reflexiona sobre lo que lee, luego de haberlo sentido. Como decía Cervantes: lo que se puede sentir se puede decir.
EliminarSalud, amigo.