A Pilar Baena Salamanca
Qué astilla clavada en el paladar de la nube
Qué refugio palpan las manos del que duerme
Qué serena muerte espera al trepanador de sueños
Qué avidez en los párpados tensos del agua
Asíntota que posa un ave blanca y acaricia
El dígito fugaz en el ciego silencio de la noche
Lábil nervio de llanto atenazado
El dígito fugaz en el ciego silencio de la noche
Lábil nervio de llanto atenazado
Impresionante.
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