Qué extraña aprensión a la mentira.
El turbador granizo de la cicuta
golpea la sien de los filósofos.
No dejo de pensar en ella,
la que yace adosada en la tierra,
la que nutre la raíz sarmentosa de los árboles.
Cada nube respire solitaria
entre los dedos de Dios.
Puede oírse de fondo la actualidad.
Colaje de Paco Marcos |
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