Plomo
en la luz
es la médula del día, rojo acanto.
El húmero procura levantarse
a saludar
pero se vienen los vagones del frío
por una vía muerta de parálisis;
vestigios de cuando los ojos eran
pluma al viento, manigua,
fronda tu boca pueril.
Otra vez soy copioso en llanto y tengo sed.
Un dolor sordo que deja en las palabras
restos de óxido y olor de abismo.
Fotografía de Vivian Mayer |
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