El mundo está filantrópico, lo pueden ver en la calle: antes cuando el frenopático, época torre Eiffel, si la almendra se cascaba te mandaban a un jardín, te enchufaban en la sien un chorrete kilowatios y una rosa en el ojal y a tomar el sol cantando por lo bajini, babeando. Ahora que todos estamos locos es mucho mejor, ya puede usted ver la chaladura, qué cantidad de matices; el rumano del acordeón te aplica una descarga de tango gitano, se pueden ver criaturas con muletas sosteniendo toda la mañana las señales de ceda el paso en las esquinas para que no se caigan, al fortachón del gimnasio le dio por jugar a las muñecas. Vuélvase loco, huevón, para luego es tarde. Pero un trastorno bonito me coge, amigo, no me vaya por ahí con la copla de la redención, échele un poco de veneno a la sopa y luego hablamos.
miércoles, 23 de enero de 2013
DELICADO EQUILIBRIO DEL MUNDO
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¿Es una reflexión ante el fiel de la balanza?
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Una exhortación a la locura sin tacha, Francesc, pues que si el mundo es uno y está que trina, cómo haremos para sobrevivir entre la cuchipanda mortal de todos los día, que no sea con un gramo de bendita locura.
EliminarSalud
Estupenda reflexión, Manuel. Me voca el tango de Santos Discepolo (creo que se titula Cambalache).
ResponderEliminarLa imagen del joven Arnoldo Chocheneguer, hoy gobernador de California, es reveladora y enternecedora a la vez.
Salud Manuel, (creo que tengo que ir al excusado)
No es necesario excusarse, amigo Miguel Ángel, aunque comprendo que la foto del Chochonieger tiene punto repulsivo, pero mírala bien ¿ no induce un poco al tango?
ResponderEliminarSalud