Un señor sale de su casa con el firme propósito de no volver nunca más. Ha de emprender una nueva vida, lejos de todo lo que hasta el momento era conocido para él. Enfila hacia la estación de ferrocarriles, el anuncio de unos pisos por construir le recuerda que la vida es esperanza y también privación. En la estación conoce a una señora que acaba de perder a su marido, ha ido allí a buscarlo en un desesperado intento por recuperar su amor. Intiman y ella le invita a su casa. Cuando llegan a la casa, el señor del firme propósito percibe un cierto aire familiar en todo lo que ve; diría que nada de lo que ve le es por completo ajeno. Persuadido de que ha vuelto a la casa de donde salió para no volver nunca, le pregunta a la mujer como se llamaba su marido, y ella le contesta, - Ernesto-, pero él no recuerda su propio nombre, decide llamarse Ernesto a partir de ahora. Lo que no sabe es que esa mujer, es su esposa, y acaba de volver al hogar del que huyó hace sólo una hora.
Magnífica idea para un guión cinematográfico. Ya me estoy imaginando las localizaciones y los actores.
ResponderEliminarSalud
Un José Luís López iría bien...
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