A una inminencia vais de libertad
galeón de nubes, cinéticas, efímeras,
pasajeras de altura inalcanzable,
en el abrazo último de azul que nunca acaba
esparcidas al viento en monumento frágil.
Erguidas en la luz me recordáis
la voluntad airada de los hombres
en lucha con el mundo, contra el cielo:
aquí la oscuridad cierne sus dientes de sable
sobre la piel turgente de los niños
y los hace tiranos de sí mismos,
reyes de la nube tonta cibernética.
Al juego de miraros,
de alzar los ojos
hacia la danza vuestra
quisiera detenerlos:
que los niños no olviden
como es un viaje en nube.
No hay comentarios:
Publicar un comentario