miércoles, 5 de junio de 2013

CÓMO DISECCIONAR A UN POETA I

Antes de diseccionar a un poeta, hay que sumergirlo en formol para eliminar todos los restos de impurezas orgánicas que hubieran podido quedar adheridos al cuerpo en el asqueroso proceso de creación artística, durante el que la descomposición del cuerpo humano manifiesta numerosas evidencias anatómicas; muestras deletéreas del desgaste corporal del poeta: caspa, pelusas, vello, mucosidades, baba, y otras, más propias del tipo de poeta que sea. Ahora tenemos en el bote a un poeta romántico de corte clásico y verso alejandrino, hemos detectado restos de sal de lágrimas en su gabán y numerosas manchas de ceniza triste en las pestañas, algunas de la cuáles, desprendidas de los párpados en el forcejeo por meterlo en el tarro de formaldehído, habían ido a parar al suelo del laboratorio, donde han sido descubiertas fornicando con un grupo de hormigas. Parece ser que las pestañas de poeta tienen una mística propensión al movimiento libre, como los rabos de lagartija. Una tesis que apoya la teoría de infinitud metafórica del Doctor Beckett, basada en la observación detenida del pestañeo humano.

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