LA CAIDA DE un TENORIO
Se ha
certificado esta tarde, a las siete y media, el fallecimiento de un
tenorio por estampamiento voluntarioso en la calzada. Los tenorios
suelen suicidarse con bastante naturalidad después de un desengaño
amoroso y resucitan con toda normalidad
al día siguiente. La muerte de un tenorio es cosa de gran alegría para
las madueñas, que rompen a tocar las castañuelas sin previo aviso en
mitad del velatorio: las madueñas se aparean con los tenorios en el
ataúd, anticipando así en unas horas la resurrección del tenorio y dando
un ejemplo de urbanidad siempre bien acogido, con admiración, por los
asistentes al sepelio.
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Collage de Al Juarismi |
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