Cuando ya nada importe
el viento nos traerá una piedra.
Los antepasados
nos impondrán la alegría de morir cantando
agitando sus cascabeles desde el cementerio.
Razas del sol
que fornicáis como lobos
poned la frente sobre el hielo frío
comeremos flores aplastadas por neumáticos.
Os maldigo.
Porque os regodeáis en el silencio cuya sangre.
Porque comulgáis en la foto cuya estirpe.
Hipócritas que felan
la verga de Dios
ma non troppo.
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