Es obvio que el problema no puede atribuirse solamente
a la creciente imbecilidad del lector.
El poeta, ya desde siempre de tendencia onanista,
El poeta, ya desde siempre de tendencia onanista,
hoy le rinde culto o bien a la chatarra y a su sobrevaluado
y gangrenoso sentido de ironía postmoderna,
o a su propia habilidad para imitar al avestruz y meter la
cabeza
en un hoyo,
con frecuencia el suyo propio,
donde el vaporcillo letal de esa endogamia seudo-platónica
que sólo se preocupa de “los problemas de la escritura y el
lenguaje”
(vaporcillo adormecedor subvencionado por cualquier estado
u organismo que
adore,
y como no, a un buen caniche culterano debidamente castrado
y premiado internacionalmente pues el prestigio intelectual
es el
mejor aromatizante para mataderos que se haya inventado)
mata de aburrimiento hasta a los parásitos intestinales más
recalcitrantes.
Si usted conoce a un poeta
escúpale en la cara primero, luego hágale preguntas.
Obra de Ismael Velázquez Juárez |
Ningún artista pesa lo que su obra.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó