Libélula o tamarindo son palabras
a nada comprometen, violetas levemente
húmedas, ustedes me dirán.
De la inutilidad de algunas válvulas,
teorías, sacacorchos y mayéuticas
que son pura belleza pistolera,
no hay nada que objetar.
O la palabra pan que se dispara sola
¿quién la podría parar?
Mendigo Diego
Mendigo Diego
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