viernes, 30 de mayo de 2014

UN DÍA ANTES el señor Guterres, Amapolo.



   Pasea por ese parque donde jamás toca ninguna banda , un jardín sin clarines en el kiosco de la música. Nunca jamás desde la abolición de aquel concepto republicano, tan profunda y voluntariamente ingenuo, que era el romanticismo en la calle, se había dejado sentir el eco del viento metal. Y él, cree oír entre toda la fanfarria de viles y livianas voces cotidianas, tras el color gris perla de las persianas, con el negro forja de los bancos decimononos; acierta a imaginar su país de un modo que no está en las encuestas. Hay silencio en el jardín, y una banda musical imaginaria, ensaya la polka de los pasos perdidos, que resuena, secreta, en la mente de Amapolo: nuestro héroe sensual, que desprecia, aristocrático, las victorias a todo color. 

Colaje de Manolo Marcos


2 comentarios:

  1. la victoria sepia rasgado de los kioscos de música y asamblea y tiempos de comunión, arrojado todo al exilio. sublime poeta.
    salud.

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    Respuestas
    1. No ye contesté a tiempo, kynicos, disculpa, pero ya estuve en "de través", celebro leerte de nuevo, estupendos poemas, amigo, un abrazo.

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