Si cuando vuelvas nada de esto queda,
repróchate no haber sabido darme
las simples cosas que se dan a un perro:
el roce de unas llaves en la noche;
el leve olor que anuncia una presencia.
repróchate no haber sabido darme
las simples cosas que se dan a un perro:
el roce de unas llaves en la noche;
el leve olor que anuncia una presencia.
Del libro, La noche tatuada (2013)
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