Te acerco mi deseo con los ojos vacíos,
es una cierva herida
de muerte.
Tibia noche que rizas mi voluntad erguida
con un viento que es rumor de otro mar,
no las nubes
surcan la lentitud del vértigo
turbias y mansas, no.
Es la luna
la que imanta en mi sangre despierta
fragmentos perdidos de esperanza.
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Pintura de Marc Chagall
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Bello poema, bello Chagall, bella melancolía me dejan...
ResponderEliminarGracias, Carlos, la melancolía bien administrada, sin sentimentalismo barato, es un lenitivo para el alma.
Eliminarfeliz de visitar su blog, sus artículos son muy buen vocabulario, una vez leído, el diseño de la pantalla no está demasiado llena, así que no es difícil cuando se lee. buen blog, me sorprendió que
ResponderEliminarBienvenido, Obat, muchas gracias.
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