Las almas las caga el diablo.
Las pierde la calleja de la hoguera,
al traslúz de una lógica furiosa.
Unos ojos alcanzan ese raro fulgor
de manzana en la cesta.
¿La cobarde acidez de la renuncia
te morderá la sombra muchas veces?
(tanta bisutería de palabras)
El diablo es un alma cansada de futuro.
Originalísimo blog que sorprende con cada entrada. Y aunque frecuento (al menos de momento) otro tipo de poesía, eso no me impide disfrutar con ésta, que me parece excelente. Divertidísimos los collages. En fin, que te pongo en el costadito, como dicen en la Argentina.
ResponderEliminarUn saludo muy cordial.
Bienvenido Antonio, muchas gracias, ya estuve también dando un paseo por tu página, allí me tienes de seguidor.
EliminarSaludos cordiales.
Manuel, un buen trabajo de parodia e intertexto.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Gracias Francesc, surgió por unos comentarios con un gran amigo en el fbook, el principio y el final del poema. Somos paródicos, quizá la intertextualidad proviene de esa circunstancia peculiar, dialogada.
EliminarSalud
Manuel Marcos