del poemario BLUES CASTELLANO. |
Ustedes ya saben que una sartén
da un sonido a madre por el hierro
y yo sé que una celesta
suena a tierra feliz, pero si ustedes
tienen a su madre en el fregadero,
no toquen, por favor, la celesta.
Yo bien podría. Comprueben
la densidad y transparencia:
"Si pudiera tener su nacimiento
en los ojos la música, sería
en los tuyos. El tiempo sonaría
a tensa oscuridad, a mundo lento."
Lo escribí yo con estas mismas manos
pero no lo escribí con la misma conciencia.
Amo las bolsas de las madres.
Veo:
No hay dignidad sobre la tierra
como el cansancio sin pagar,
el rostro
aplastado,
la desesperación que no habla.
Dejen ustedes. Mi canto está mal hecho
como esta verdad, que está mal hecha.
Hagan ustedes la verdad mejor.
Hablaremos después aunque ya es tarde.
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