Fragmento de Magdalena, R Gaya |
- un lugar que no existe - y otro tiempo
es tu frío ademán ante las aguas
dormidas del espejo
mientras peinas tu trigo ensimismada,
mirada que no sé si sabría mantener
por diferente a todas con las que me confirmas.
¿ Acaso has descubierto del azogue el secreto
y a través de su helada superficie
ves como en holograma
un rebullir de átomos o ángeles,
un sinuoso fondo submarino
o la niña que fuiste y ahora eres,
la que a mujer jugaba
con un sujetador y un pintalabios?
No sabes que te observo, que vigilo
tu silencio, celoso de aquella intimidad
donde llegar no puedo, temeroso
de que algún día no sepas volver.
De su primer libro de poemas, Quietud.
Bitácora de Sergio Fernández Salvador, MITOS Y FLAUTAS
Es bellísimo el poema.
ResponderEliminarY es una gran pregunta la que plantea, ¿no? ¿Qué piensan los que piensan cuando están demasiado absortos en su propia imagen? ¿Cómo es vivir en un mundo de espejos?
¡Genial!
Saludos pues.
F.
Exacto Mista, deja intacto ese misterio, no contesta esas preguntas radicales y hermosas, sólo las plantea. Poesía pura. En un estado libre de condiciones, de convenciones, y de respuestas. Un abrazo, saludos.
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