En medio del camino hay personas importantes para mí,
certeras plumas del desengaño que aún no han perdido un verbo dantesco, de
sublime belleza muy próxima al infierno, sin esperar prebendas de gloria celeste
o el inusitado respaldo de alguna editorial digital, en cuyas manos estas
palabras se convertirían en emulsiones conceptuales desprovistas de sentimiento
y de razón.. Muertos maniquíes asexuados, en la rendición a lo voluble. Palabras
segregadas de la vida como una flor de su jardín nativo. Puestas en una maceta
junto a la fotografía de un antepasado horticultor.
que bello epitafio! *_*
ResponderEliminarSí, Manuel, sí.
ResponderEliminarSalud