EL INHIBIDOR DE CONCIENCIAS
El señor existencialista que no quiere renunciar a sus privilegios de clase no puede sin embargo soportar el exceso de información al que lo someten diariamente en la oficina sus subalternos, es por eso que acude a una sesión semanal de inhibidor de conciencias con objeto de ir disolviendo un pequeño coagulo de rabiosa actualidad que le ha salido en el lóbulo parietal izquierdo.
Cuando sea completamente eliminado el ruidoso bultito el señor existencialista ya no padecerá esas terribles migrañas que le impiden acudir con normalidad a las reuniones de amigos, donde se habla de política y otras cuestiones ociosas. Aunque está fuera de peligro, se teme que pueda reproducirse el estupor, si no sigue con la terapia de choque. Es muy recomendable el inhibidor para dirigentes de partidos progresistas y amantes de los animales, que suelen acumular una gran tensión informativa en la sien.
En el Congreso de los diputados deben tener unos cuantos.
ResponderEliminarSalud
No dan abasto, y además las ondas de los teléfonos móviles agravan aún más la situación del entero país.
EliminarSalud, Miguel Ángel, un abrazo.