-Una cajita de música siempre tiene algo de siniestro, como si el tiempo te cantara lentamente un epitafio que se confirma en el silencio que resta, cuando se acaba la cuerda -dijo el señor Ataulfo Boca de Cabra, en su último aliento-. Del roscón de reyes se dio cuenta, acto seguido, en un santiamén. Morir no siempre tiene por qué ser triste.
lunes, 6 de enero de 2014
AUTISMOS V
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