Sin equipaje,
viajero libre de sospechas,
solitario fanal en el desierto
iluminando al viento que guía
en la noche las veletas del sueño,
con la humilde ternura de un niño
que no espera nada a cambio de su
mirada atenta a la revelación de una flor
o de una nube, consciente de la fatuidad
del mundo que gira insomne
sobre sus goznes olvidados,
fuerte en el pensamiento,
camino sin el peso del llanto y de la risa,
perdura mi esperanza luchando
contra el hambre de la muerte,
frente a la gran mentira
que empuja hacia la búsqueda de fantasías
convenientes,
compradas a precio de saldo
o de sueldo.
Colaje de Walter Brusius |
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