El aroma de la monarquía parlamentaria. Con un suave toque silvestre a bosque lombardo. La fragancia que confunde la pituitaria del súbdito. Irresistibles salones de belleza regentados por un chico desnaturalizado, amante del arte y la cultura. No censure su nariz. Un olfato refinado es signo de distinción.
Colaje de Paco Marcos |
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