Famoso por su saludo morigerado, inexpresivo. Su mirada parecía el moco refrigerado de un pavo. Tenía cara de puerta abierta. Recientemente se ha subastado su fondo de armario y la recaudación ha ido a parar a las viudas de samurais. Asesinaba a sus rivales lanzándoles el abanico abierto a la yugular.
miércoles, 19 de febrero de 2014
BIOGRAFÍAS RIDÍCULAS: Akiyama Sarasa, el samurai marica.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario