Diploma por buen comportamiento a los últimos de Filipinas:
Habiéndose hecho acreedoras a la admiración del mundo las fuerzas españolas
que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, constancia y heroismo
con que aquel puñado de hombres aislados y sin esperanzas de auxilio alguno,
ha defendido su Bandera por espacio de un año, realizando una epopeya tan
gloriosa y tan propia del legendario valor del Cid y de Pelayo: rindiendo culto
a las virtudes militares, e interpretando los sentimientos del Ejército de esta
República que bizarramente les ha combatido; a propuesta de mi Secretario
de Guerra, y de acuerdo con mi Consejo de Gobierno.
Vengo en disponer lo siguiente:
Artículo único. Los individuos que componen las expresadas fuerzas,
no serán considerados como prisioneros, sino por el contrario, como amigos;
y en su consecuencia se les proveerá, por la Capitanía General, de los pases
ordinarios para que puedan regresar a su país.
Dado en Tarlak a 30 de junio de 1899- El Presidente de la República, Emilio
Aguinaldo.- El Secretario de Guerra, Ambrosio Flores.
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