¿No ves que los recuerdos son las ruinas del alma? Tu corazón giróvago asciende en raíces lentas hasta la glándula del amor y te comes las colillas que hay en el cenicero. En los puños de la camisa te brillan mosquitos, son los ángeles del dios humo.
¿Qué quieres qué haga? Yo la amo, soy su mejor neurona, quiero llorar, para que salga el llanto me unto la cara de ceniza. Quiero percibir lo absoluto real. Yo soy su mejor neutrón, y sin mí, ella sería pétalo solo de sangre. Ves, lo absoluto real está en ruinas, amigo indeleble, hay que reconstruirlo: primero el esqueleto, luego los órganos, el músculo, la piel. Por último hay que darle luz para que tenga sombra. Porque sin sombra el alma siempre está en ruinas y no tiene recuerdos; que son la música del amor.
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| Dibujo de Albert Weisberger |
¡Qué bueno es tu blog! me paseo y todo lo que voy leyendo es una delicia, mis felicitaciones de corazón.
ResponderEliminarUn abrazo, Inma
De veras lo celebro, Inma, qué sería de uno sin el generoso interés de ustedes, un abrazo y muchas gracias.
EliminarSalud