Funámbulos atrevidos, qué importa que la cuerda esté mal atada por sus extremos o tensionada por el odio o el rencor, la caída es inminente.
Existe un cierto desequilibrio del eje horizontal y resulta difícil caminar entre las sombras y las zarzas. A uno y a otro lado es demasiado oscura la luz.
Sugerente poema amigo Manuel.
ResponderEliminarPermíteme esta analogía:
Funámbulos atrevidos, qué importa
que la cuerda esté mal atada por sus extremos
o tensionada por el odio o el rencor,
la caída es inminente.
Existe un cierto desequilibrio
del eje horizontal y resulta difícil
caminar entre las sombras y las zarzas.
A uno y a otro lado
es demasiado oscura la luz.
Salud
Muerde listo ese perro. Deshace desde adentro.
ResponderEliminarAbrazo, Manuel.