Cristobal la tenía. Sobre la o. Rampante, parecía querer pinchar la o como un globo de helio y el trombón se inflamó de pólvora. La bomba de hidrógeno de Cristobal pero se la quitaron. Ya no la tiene. Entonces se convirtió en un genio universal y tropezó con América. Allí se la volvieron a colocar en su sitio. Le incubaron el huevo de la o y salió un pollito con pico. Las gentes se preñan, se van de feria. Cristobal sólo quiere su tilde de conquistador de palabras, pero le responde el silencio desde un monasterio virtual de lectores. Por favor, restituyan la tilde en Cristobal.
viernes, 24 de mayo de 2013
PERDIDO EN LA MICRONESIA ESPAÑOLA
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