Un sinaí, dos rosas de jericó.
El botón del abrigo no está,
ha salido a ver golondrinas.
Qué esteril luna, picada de viruela.
Expropian la patria de un zapato.
Hay deuteronomios por todas las esquinas.
Disimulan hablando de la actualidad.
Vuelva usted al siglo pasado,
veremos qué se puede hacer,
le repito que el botón del abrigo
es un reputado ornitólogo
sólo atiende a personas
previamente bien muertas.
Una rosa de jericó tuvo paciencia,
a pesar de las palizas que le daba su padre
germinó en el charco de un desierto y
ahora le brotan flores liberales
que piensan por su cuenta y riego.
Cuando un deuteronomio te pregunte
si has leído por acaso tal libro
debes responderle:
SOIMONORETUED
Así sea,
pues a nadie ha de importarle ya
quién fue el inventor de la golondrina,
sino
por qué el llanto de un buitre
no es en suma diferente al de un niño.
Colaje de Manolo Marcos |
No hay comentarios:
Publicar un comentario