Si digo llanto se lo traga el amianto.
Si digo pena predomina verbena.
Si digo fiebre huyen como una liebre.
Si digo queja parezco comadreja.
Si digo urgencia pierden la paciencia.
Si digo asunto es que tengo un barrunto.
Si digo muela ya perdí la estela.
Así hasta el infinito.
Es consecuencia lógica
de una espiral absurda
basada en una idea musical
cuyo sentido acaba consumiendo
un tiempo que es crucial.
Por eso
a partir de este instante
sin otra matemática que el mundo
urdiéndome en la carne mordiscos
por donde mana fresca sangre indolente
a perceptibles golpes de latido:
Voy a tragarme el llanto
que provocó esta suerte de condena.
Igual salta la liebre, sólo si digo urgencia.
A lo mejor la comadreja huya de la fiebre
sólo si pierdo muela en el asunto
y la verbena parece paciencia.
Quizá me barruntaba ya esta pena
antes siquiera de decir estela.
Muy buen poema, Manuel, planteas perfectamente la tensión dialéctica entre forma y contenido. Que si la lio con las palabras, que si atiendo a la música, que si doy más importancia al mensaje, que si debo conjuntar todo esto, que si la forma está por encima, que si debo pintar imágenes poéticas...
ResponderEliminarEstos son los eternos problemas que presenta el arte poético. Puede que peque de gongoriano, pero para mí la poesía es el arte de la palabra, concedo una importancia cabal al movimiento de los vocablos, a la forma de la imagen poética, ni que decir tiene que el contenido es importante, sí, pero a mi me asusta mucho que me tomen por mensajero -antes a lo que ahora llamamos contenido, le llamaban mensaje- y así las cosas con razón prefiero la música. Que ésta es arte abstracto, sí, pero me rindo ante la belleza de la palabra que con su armonía se fija en la mente. Me rindo ante la palabra de Safo, de Alceo y de los líricos griegos que, a la vista de lo que se hace hoy, son unos auténticos épicos materialistas, magníficos. Y me rindo ante Dante que además le echa contenido.
Salud
Francesc Cornadó
Sin concederle, amigo Francesc, una predominancia a la manera de decir las cosas, es decir, a la retórica, es verdad que no se puede escribir un poema ni nada cabalmente:en efecto, si la armonía de la composición es capaz de captar la atención y la sensibilidad, aquello ya tiene su peso específico. Esta definición de épico materialista me parece interesantísima. Pienso que poetas como Irigoyen del que he dado muestras hace muy poco, profundo conocedor de la poesía griega, definen un tipo de poesía que con muy sencillas imágenes transmiten ideas poderosas, dantescas. El tema excede desde luego los límites de un comentario. Te agradezco esta sugestiva confesión que a buen seguro tendrá continuación.
EliminarSalud
Manuel
Olvidaba agradecerte tu interés Francesc. Celebro que te guste.
EliminarMe interesa Manuel, me interesa lo que escribes. Coincido contigo en cuanto a que si un poema -o un texto en general- capta la atención ya tenemos mucho de ganado, si además suscita emoción, entonces, ya se ha ganado la partida completa.
EliminarSalud
Francesc Cornadó
Bonito juego el que haces con las palabras de los versos iniciales al final. Me ha venido a la cabeza, aunque el estilo es bien otro, una canción de Silvio Rodriguez que viene pintiparada para tu capacidad de jugar con nuestra madre, la lengua que nos ha criado. Ahí va el enlace de "Verbos en juego": http://youtu.be/hoKX_J1iz-4
ResponderEliminarUn abrazo.
Acabo de fijarme que el video tiene mal transcrita la letra: en el estribillo deb decir:
ResponderEliminar"Pon el verbo azul
corazón
pon el verbo cien
corazón
pon el verbo tú
pero pon el verbo
que te haga bien."
Un abrazo.
Muchas gracias Miguel Ángel, por el tema de Silvio. En serio que a veces uno no quiere saber lo que pueda pasar con el misterio de escribir y se guía, como dice la letra, por un menester saludable. Me vas a entender bien dentro de poco, porque tengo algo escrito de hace muy pocos días que ilustra bastante bien, este tema crucial de los talentos y las aspiraciones o simplemente la necesidad del que escribe. Ya te adelanto, además, que tiene dedicatoria, y te incumbe.
EliminarUn abrazo
Manuel