He aquí, hipócrita lector,
la llaga que sonrie:
ya que todos nacimos
bajo el estigma de la piedad
al cabo de los años
la madurez observa
con la frente apoyada en el tronco
de un árbol,
la longitud dudosa de las palabras
y nuestro padre
el chimpancé
al que ingenuamente llamamos
Estado
desciende por la espalda
y a ese escalofrio que sentimos
le ponemos una tirita.
Esperamos una confirmación
pero él viene sólo a orinar
a marcar su terreno.
Indolentes perros
garantizan
que no será molestado mientras.
Dibujo de Roland Topor |
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