Si digo corazón me arde la boca
a rubor de manzanas o de luna,
en astillas de silencio indeciso
por el viento nocturno de la calle
corren, hunden sus luces muertas
en la patria sin nombre de tu cuerpo
con el cuchillo lento de los besos.
Si digo corazón digo martillo
sobre el yunque del pulmón izquierdo,
enajenado ritmo, furor quieto
y se me quema el árbol de los huesos:
una órbita de sangre que te empuja
a mis brazos de junco, alas rotas,
y tus estrellas van cayendo al suelo.
Dibujo de Al Juarismi |
Bien, Manuel, buen soneto, continuas con verso lacerante.
ResponderEliminarAtención! tercer verso.
salud
Francesc Cornadó
Muchas gracias, poeta, endecasílabos son en su mayoría pero no es un soneto, o al menos no lo he pretendido.
ResponderEliminarSalud
Manuel, descompoción morfológica de las estrofas en un entorno disperso. Desmembración estrófica aparte "catorce versos son soneto".
ResponderEliminarLa segunda estrofa es preciosa.
Salud
Pues dicho queda, lo incluyo en la etiqueta sonetos, Francesc. Muchas gracias por la aclaración, mi buen amigo, andaba uno ocupado con la musicalidad de las imágenes y la morfología me daba igual.
ResponderEliminarUn abrazo.
Manuel, es que la musicalidad es hermosa. Te felicito.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Gracias, Francesc, celebro muy de veras que te guste, para mí tiene mucho valor que así sea.
EliminarSalud
Manuel Marcos